Mi vieja quería sentir una verga más gorda y venosa rompiéndole el culo, así que para volver a “desvirgarla” llame al pitudo de mi sobrino.
Descripción
Aunque durante mucho tiempo no quiso ni escuchar hablar del sexo anal, mi vieja terminó por ceder en una cena de aniversario en la que la puse medio peda y se dejó desvirgar la colita. Lo disfrutó tanto que desde entonces me la cogía más seguido por atrás que por la panocha, y se corría como loca. Pero aunque tengo el pito de buen tamaño, está bastante delgado, como lápiz, y mi vieja quería sentir cosas más grandes para revivir el momento en que la desvirgué. Empezó a meterse dildos cada vez más grandes y me dio ternura verla tan putita y necesita de un chorizo gordo que le dije a mi sobrino que si no quería armar un trío con la pidevergas de mi vieja.